Bidean 2018

Pastor, Miren
Editorial: Self Published
Encuadernación: Soft cover
Páginas: 32
Medidas: 17.00 x 23.50 cm

Bidean, que en euskera significa que algo o alguien está en el proceso o en el camino, representa el salto de la adolescencia a la vida adulta, buscando paralelismos entre las efímeras etapas vitales y los ciclos inestables de la naturaleza.

Las tres autopublicaciones se han convertido en una herramienta clave para estructurar este proyecto río que sigue creciendo y cumplen una doble función, como libro y como recurso expositivo. Al desencuadernarlas y seguir las coordenadas indicadas en cada página, surge un mosaico representativo de cada etapa, acompañado de un texto de Iván del Rey de la Torre.

Gracias a un complejo sistema de emisión y recepción de ondas, el cachalote adulto es capaz de ejecutar unos clics que, una vez reflejados como eco en la realidad circundante, regresan al animal para que su cerebro genere una especie de ecografía; esta le hará sentir, a falta de una visión convencional clara, cómo es el espacio en el que se encuentra.

Si las ondas se alejan mucho, y tardan en regresar lo suficiente, empezamos a tener imágenes que resultan inverosímiles porque parecen venir de años atrás. Pero que nadie se confunda, no se trata de ningún déjà vu, a este cetáceo le sucede algo parecido a lo que les pasa a los astrónomos que observan el firmamento: las ondas de luz de las estrellas que analizan, dada su lejanía, no les muestran la realidad actual si no la del pasado. Al cachalote este suceso le resulta triste, pero le gusta recrearse en estas imágenes y es que, aunque dolorosa, la leve sensación de la juventud recobrada produce placer. También nuestras imágenes son el viaje conmovedor a un pasado hecho presente.

En imágenes del cachalote generadas por ondas extremadamente rezagadas se han llegado a observar playas, acantilados, arroyos, bosques, montes… visiones que es imposible que haya tenido con sus ojos, imágenes más propias de sus antepasados, sus bisabuelos mamíferos que tomaron la decisión de volver a sumergirse en el mar, sus tatarabuelos que se reproducían por huevos… Este animal, así, transciende todos los cuerpos que han culminado en el suyo. ¿Podrá retroceder tanto como para volver de nuevo al mar hasta los tiempos de la primera forma de vida? ¿Tendrá alguna función esta facultad?

Siempre han existido imágenes que no son más que el acto melancólico de pararse y volver la vista atrás para mirar las pisadas en el camino.

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