Francis Bacon

Francis Bacon (Dublín, Irlanda, 1909) se trasladó a vivir a Londres en 1925, ciudad en la que residiría y trabajaría el resto de su vida. Su pintura modernista se caracterizó por la abstracción grotesca de la figura humana y su impactante y sombría emotividad. Representó a Gran Bretaña en la Bienal de Venecia de 1956 junto a los artistas Ben Nicholson y Lucian Freud, y es considerado uno de los artistas británicos más importantes de la historia, aunque rechazó el reconocimiento de una Orden del Imperio Británico en 1960. Pese a que sus primera obras no tuvieron buena acogida (y por eso destruyó la mayor parte de ellas), comenzó a ganar fama desde la década de los 40 hasta convertirse en uno de los pintores más conocidos y valorados del mundo. Su obra se exhibió internacionalmente en exposiciones en Ciudad de México (1977), Madrid (1978), Tokio (1983), Moscú (1988) o Washington (1989), y la Tate Modern le ha dedicado hasta tres importantes retrospectivas (en 1977, 1985, y póstumamente en 2008). Durante su carrera estuvo representado por las galerías Hannover Gallery y Malborough Fine Art Gallery, y actualmente su obra se exhibe en museos y galerías de arte de todo el mundo como el Reina Sofía de Madrid, el Centro George Pompidou de París, el MoMA de Nueva York o el Tate Modern de Londres, aunque una parte importante de ella pertenece a colecciones privadas.