Paco García – Un buen día
El número de personas que viven solas en este país no ha dejado de aumentar desde los años noventa. Según el último informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística, en la actualidad hay un total de 4,4 millones de personas viviendo de esta manera, de las que casi la mitad son mayores.
Entre toda esta gente mayor, una de las causas de carácter no forzoso más importantes es el apego a la vivienda. Según el profesor de Sociología de la Universidad de Granada, Juan López Doblas «…este elevado valor afectivo que los mayores otorgan a la casa donde habitan vendría dado por la trayectoria vital que han seguido en ella, plagada de recuerdos de los que no quieren desprenderse. Por eso, continuar mientras puedan entre esas paredes representaría el cumplimiento de un deseo primordial, aunque eso suponga tener que vivir sin compañía
».
Manuel también vive solo desde que murió su hermano hace ya nueve años. En ese momento comenzaban además las obras de rehabilitación del edificio donde habían vivido toda la vida. Desde entonces, Manuel ha ido pasando todo este tiempo en diferentes pisos, todos propiedad del Ayuntamiento y siempre dentro del barrio de Lavapiés. Allí, entre cajas amontonadas, muebles viejos y cuadros aún sin desembalar, altares llenos de recuerdos lucen siempre como el primer día.
Hay existencias