ON NOUS A DIT QU IL N Y AVAIT RIEN ET NOUS SOMMES ALLES LE CHERCHER
« Este proyecto se ha creado a lo largo de un doble desplazamiento, el de la propia acción de caminar, de recorrer, paso a paso, los lugares y rincones de un territorio, y el de la interrogación constante que perseguía, más que encontrar respuestas, imaginar nuevas cuestiones que nos permitieran establecer un diálogo en torno a las realidades posibles. En nuestros primeros, y algo torpes, intentos de cruzar palabras con los habitantes de la zona nos empezamos a encontrar una y otra vez con una misma frase: Ici il ny a rien (aquí no hay nada). La pronunciación del término rien sonaba consistente, profunda. La fuerza y el énfasis en la dicción nos cuestionaba. Errien, en lengua picarda, la lengua originaria de la región, también refuerza ese hondo sonido dándole un aire de gravedad, al menos para el oído extranjero. Este detalle, que quizás podría parecer anodino, terminó siendo central. ¿Qué evoca esa nada tan presente en tantos labios?» Irma Estrada, del texto del libro.