Motos de Portugal
La edición Portugal Motocicletas ofrece la vasta colección de documentos sobre las marcas y modelos de motocicletas y ciclomotores portugués, así como el registro de todos los vehículos seleccionados para la exposición del mismo nombre, que tuvo lugar en la Cámara de Diseño Matosinhos, septiembre de 2017 a enero de 2018.
Un libro que reúne a cerca de 90 de las motos más emblemáticos que hicieron historia en Portugal, la Nacional 500, a través del Vilar Cucciolo, a Casal Boss, recordando la producción nacional de motocicletas y ciclomotores y proporcionar una visión general de las características de estos vehículos y su utilización. Pensado como una experiencia cultural, la exposición también se asume como un reflejo de la evolución de la sociedad y el diseño portugués que presidió la elaboración y difusión de un conjunto de máquinas que marcaron de manera indeleble la vida cotidiana de varias generaciones y de la sociedad contemporánea nacional.
En la publicación, Emanuel Barbosa describe cómo la industria nacional de motocicletas da los primeros pasos a principios del siglo XX, como sigue, con altos y bajos, todo el desarrollo del siglo y prácticamente se extingue al final del siglo. En el caso de la motocicleta, inicialmente un fenómeno de élites, que acaba por democratizarse y alcanzar el apogeo de la producción nacional entre los años 60 y 80, con la era de la motorizada, nada menos que una motocicleta de baja cilindrada (hasta 50 cc) que satisface las necesidades de movilidad de los obreros por ser el único vehículo motorizado con costos compatibles con los bajos salarios practicados y con la reducida tasa de alfabetización. El resultado de la investigación Emanuel Barbosa nos permite comprender cómo, en Portugal, de los fabricantes de motocicletas nacionales docenas, producen un número indeterminado de marcas y modelos de pequeñas motocicletas y ciclomotores durante generaciones. Las empresas de diversas dimensiones ofrecieron un amplio abanico de pequeños vehículos que suplió todas las necesidades del mercado nacional y permitieron incluso cierta penetración en el mercado internacional. Con sus propios motores o de otros fabricantes nacionales o extranjeras, patrones de ocio y de trabajo han sido inundando las carreteras portuguesas y tomando su lugar en la imaginación del país
Hay existencias