Mark Rothko. Toward the Light in the Chapel

Mark Rothko, uno de los más grandes pintores del siglo XX, nació en 1903 y emigró a los Estados Unidos a los diez años, llevando consigo a su educación talmúdica y sus recuerdos de pogromos y persecuciones en Rusia. Su integración en la sociedad americana comenzó con una serie de experiencias dolorosas, especialmente cuando era estudiante en la Universidad de Yale, donde se sintió marginado por sus orígenes y, finalmente, abandonó la escuela. La decisión de convertirse en un artista lo llevó a una nueva etapa en su vida. Al principio de su carrera, escribe Annie Cohen-Solal, «se convirtió en un jugador importante en la lucha social de los artistas americanos, y su propia metamorfosis se benefició de la transformación única del mundo del arte de Estados Unidos durante este tiempo.» En unas pocas décadas, se había forjado su firma artística definitiva, y la mayoría de los críticos lo aclamaron como un pionero. Las numerosas exposiciones en museos que siguieron en las principales instituciones estadounidenses y europeas aseguraron su celebridad. Pero esto no fue suficiente para Rothko, que continuó innovando. Siempre fiel a su costumbre de hacer frente a la creación, dedicó la última década de su vida a cultivar su nueva concepción del arte como una experiencia, gracias a la comisión de un proyecto radical, la Capilla Rothko en Houston, Texas. \nLa fascinante biografía de Cohen-Solal, basada en una considerable investigación de archivos, cuenta la historia poco probable de cómo un joven inmigrante de Dvinsk se convirtió en un agente de transformación crucial del arte mundial y cuyo legado prevalece hasta nuestros días.