Las paredes no mienten
Douglas Monroy
Con irónica audacia Pérez-Luna fotografía el letrero publicitario de un refresco cerca de la Plaza Venezuela en Caracas: «A gozar la realidad», frase que luce paradójica frente a las perplejas carencias económicas y la cruda situación social y política que vive el país hacía mediados de los años setenta. El fotógrafo no sospecharía que esta imagen se transformará en el ápice de un inmenso corolario de fotos donde el asunto central son los letreros diseminados a lo largo de toda la geografía nacional, tema sustancial en su poética fotográfica. Ya sobre fines de la década presenta otra estampa donde se lee «Letreros que se», y al final de esta frase el mural de unos inmensos ojos que ven, que miran inquisitivamente al espectador.
Hay existencias