Encarnados
Encarnados, poseídos. Comedores de carne, hambrientos, libres. El encarnado como color para resaltar entre la multitud, que nos lleva en un viaje temporal para transformarnos y vivir otra realidad, más allá de una dimensión subjetiva o plana. Incitar el pensamiento, provocar las relaciones con una acción que se sostiene en una frecuencia transgresora, con un punto de vista ficticio donde no se desvela lo real sino lo contrario. Donde está, entonces, lo real? se pregunta Tono Arias en un incansable esfuerzo por trabajar -siempre- desde una posición que le permita interrogarse ante el mundo. La construcción de un particular relato visual sobre la forma y el color le lleva a pequeñas secuencias, narraciones breves, haikus imaginarios. Un discurso abierto a la interpretación del espectador. Fotografías al margen de lo explícito que intentan atraer, murmurar. Imágenes imprevisibles que vibran en un campo magnético entre la mirada y el mundo.
Hay existencias