Antolín Sánchez

La Cueva cerró el año 2016 con una nueva publicación. Esta vez se trata de un libro con las mejores fotografías de Antolín Sánchez. Editado en formato de bolsillo, este repaso antológico del trabajo visual de Sánchez cuenta con la particularidad de estar curado por el propio fotógrafo, además de incluir una cronología –elaborada por la investigadora Nany Goncalves– sobre los aspectos más importantes de su experiencia y estar prologado por Keila Vall de la Ville, autora de la novela Los días animales (OT Editores 2016), el poemario Viaje Legado (Bid&Co 2016) y el libro de cuentos Ana no duerme (Monte Ávila Editores Latinoamericana 2008; Sudaquia Editores, 2016).

Sánchez añade sobre su nuevo libro: “participar en la elaboración de un libro antológico sobre mi trabajo fotográfico con el equipo de La Cueva ha sido una experiencia emocionante y exigente. Se hizo una rigurosa selección, que implicó reflexionar sobre la intención original de cada serie y su validez actual. Por otra parte, este proceso se ha convertido en inspiración para futuros proyectos creativos.

La exploración visual de Sánchez es amplia: desde el ámbito meramente estético, puede pasar a una visión documental, e incluso, hasta crítica, en cuanto a los aspectos más complejos de la realidad social venezolana. De alguna forma, sin perder el sentido de la belleza, también puede hacer con sus imágenes una forma muy particular de crítica social. Todo lo anterior viene acompañado de un agudo sentido de la reflexión sobre su oficio. Al respecto, Sánchez precisa: “la finalidad primordial de mi actividad fotográfica de autor es lúdica. Desde mis primeras imágenes ese fue el objetivo, crear para recrear, y a esta intención he permanecido fiel. Todos los contenidos estéticos, políticos, humanísticos o de cualquier otra índole presentes son secundarios por no decir accidentales”.

Producto de lo anterior, el mismo Sánchez ofrece los puntos de partida para comprender sus series. En este sentido, propone una clasificación geológica. La divide en dos grandes grupos. El primero –combinación lúdica y conceptual– tiene una orientación temática definida, en principio, pero que al mismo tiempo constituye el punto de arranque para su proceso creador. Es el caso, por ejemplo, de la propuesta Tarot Caracas (1980-1988), con un lugar importante en este libro editado por La Cueva.

Dentro del segundo grupo, Sánchez propone esta vez la clasificación de sus series sedimentarias: nacen a través de lo que denomina “una prolongada acumulación aluvional” (luego organizada bajo un criterio de unidad estética y temática). Así, este segundo grupo crece a partir de las nuevas fotografías y “hacia el pasado, con las gráficas que redescubro escavando el archivo personal, una especie de arqueología fotográfica”.

Sobre el artista

Antolín Sánchez (Caracas, 1958). Fotógrafo. Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central de Venezuela. Premio Nacional de Fotografía (2000). Su trabajo ha sido expuesto en galerías y museos de Londres, París, São Paulo y Caracas. Ha sido premiado en el Salón Arturo Michelena y Salón de Arte Aragua. También se ha ocupado de reflexionar sobre la imagen fotográfica en artículos publicados en El Universal y el Papel Literario del El Nacional.

Su experiencia laboral abarca el mundo audiovisual. Fue director de fotografía y cámara para la cadena HBO. A raíz de esta experiencia, realizó documentales para festivales de cine de Europa y América. Ya en Venezuela, realizó el guión y la dirección de un documental sobre la obra de Luis Brito (fotógrafo venezolano, Premio Nacional de Fotografía en 1996 y fallecido en el año 2015). Hizo también la dirección de fotografía y cámara del documental Carlos Cruz-Diez. Una vida en el color, de Oscar Lucien. Dirigió y elaboró el guión, junto a Juan Carlos Palenzuela, de dos capítulos de Cuadernos Lagoven dedicados a Manuel Cabré y Mercedes Pardo.