Los Taburetes

La columna es la representación esquemática del tronco del árbol. Su función es la sustentación, el soporte, pero en su razón de ser está la necesidad de aquello que ha de soportar, las ramas y todo su despliegue de brazos y hojas y frutos. En la observación minuciosa mediante la contemplación los pensadores medievales trataban de descubrir las leyes por las que cada hoja del árbol ocupaba su posición. Al tratar de encontrar la mayor exposición a la luz las hojas estimulaban al tronco a crecer en altura y a las ramas a orientarse hacia el exterior, pero estaban a su vez condicionadas por la necesidad de equilibrio del árbol entero, dando como resultado individuos únicos. Ningún árbol es igual a otro.
El juego de LOS TABURETES está sometido a las mismas leyes que dan forma a los árboles. Se necesita apilarlas para formar el fuste del tronco, una sólida columna, pero en la copa hay que llegar a ocupar el mayor espacio posible y crecer en altura y en vuelo sin perder el equilibrio. El resultado es siempre distinto y armónico. Jugando a este juego jugamos a ser árboles, pensamos como un árbol, crecemos como un árbol, empleamos el instinto y la inteligencia natural de todo ser vivo, sin necesidad de comportarnos como humanos. Sin embargo, a lo mejor, en algo nos diferenciamos de los vegetales; podemos disfrutar de muchísimas maneras del resultado. Quizás de la experiencia de haber sido, por un momento, seres primitivos.