Huts, Temples, Castles
Tras la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de ocupar a los niños que alborotaban las calles y los parques, la ciudad de Ámsterdam fundó Jongensland, un espacio en el que los niños (y alguna que otra niña oficialmente rechazada) podían jugar, construir, crear y destruir, en gran medida sin supervisión. Situada en una isla a la que sólo se podía acceder en bote de remos, Jongensland se convirtió en un extenso asentamiento construido experimentalmente con materiales de desecho por sus jóvenes habitantes. Aquí, los niños cocinaban, criaban animales, encendían fuegos y comerciaban entre sí. Sin la intervención de los adultos, confiaban en el ingenio compartido y en la colaboración.
En 1969, cuando la fotógrafa de arquitectura Ursula Schulz-Dornburg se trasladó a Düsseldorf con sus dos hijos pequeños, descubrió Jongensland al otro lado de la frontera de los parques infantiles estrictamente regulados de Alemania. Fascinada por los edificios improvisados en los que jugaban sus hijos, realizó numerosas fotografías en las que captaba la construcción, el uso, la demolición y la remodelación de los mismos. Sus imágenes captan una inteligencia arquitectónica intuitiva y captan un género de construcción vernácula con sus propias convenciones e innovaciones, que ilumina el papel de la imaginación en la definición de la identidad y el propósito de un edificio.
Este libro presenta la serie de Schulz-Dornburg, en gran parte inédita, junto a un extenso ensayo del historiador de la arquitectura Tom Wilkinson que reflexiona sobre los temas y las lecciones arquitectónicas que sigue ofreciendo Jongensland.
Out of stock
Out of stock