Gente Corriente (cuaderno 48 Kursala)

Fernández de Retana [Vitoria-Gasteiz, 1974], miembro del colectivo Fotoaplauso, estudió fotografía documental en Blank Paper de la mano de Antonio M. Xoubanova. En 2015 publica su primer fotolibro con motivo de la exposición Gente corriente, en la sala Kursala, en su trabajo valora las carreras como un refugio donde olvidarse de la realidad, creando un entorno casi irreal en el que todas las personas se sienten iguales, miembros de una gran unidad indivisible aunque cada uno de ellos sea un individuo muy especial.nnEn palabras de Fernández de Retana sobre su obra; “Las circunstancias me llevaron un día a presenciar una carrera popular, a la que decidí ir cámara en mano para pasar el rato. Me resultó imposible no ser atraído y absorbido por un minimundo, casi espontáneo, dentro de la gran ciudad compuesto por cientos de personas, miles de decibelios y millones de colores. Y lo más sorprendente es que, igual que aparece, a las pocas horas desaparece. Fue como ver en una librería compuesta por miles de volúmenes un libro pequeño, de color llamativo y, al abrirlo, ser sorprendido por un contenido estridente que no deja indiferente”.nnSegún cuenta el autor, el trabajo de seguimiento en las carreras se prolongó durante más de 3 años. “Inicialmente mi motivo para regresar era la curiosidad por conocer un entorno tan distinto al que normalmente habito, pero con el tiempo observé que se incrementaba considerablemente el número de corredores y carreras, y empecé a preguntarme ¿Por qué corre toda esta gente? ¿Qué les lleva a madrugar los domingos (después también los sábados) para ir a correr, en ocasiones lejos de sus casas, con lluvia, frío…? No fue en las carreras donde encontré una respuesta.”nnFernández de Retana plantea en Gente corriente una reflexión que surge del motivo económico que empuja a mucha gente a practicar las carreras “con una inversión mínima es posible gozar de grandes beneficios, por lo que es una afición muy apropiada dados los tiempos que corren” explica su autor, aunque para Fernández de Retana, existen otras motivaciones de más peso “Desde un punto de vista menos material, sabemos que vivimos en un país y un mundo que no son precisamente ideales, somos conscientes de que algo está podrido y necesitamos construir otros lugares donde sentirnos seguros, aunque sea durante unas horas. También estamos agotados de tanta inmediatez y rapidez que exige el día a día, y en las carreras cada individuo marca su propio ritmo, a todos los niveles”, de este modo expresa Igor que las carreras “son un refugio donde olvidarse de la realidad, creando un entorno casi irreal en el que todas las personas se sienten iguales, miembros de una gran unidad indivisible. Pero realmente son cientos y miles de individuos muy especiales cada uno de ellos.”