Autobiografía
Uno de los arquitectos españoles más experimentales e influyentes de
la historia reciente contado por sí mismo en una autobiografía inédita.
Afilada e incisiva, maravillosa y conmovedora, esta narración en primera
persona cargada de humor y de humanismo recorre sus años de
formación, la incesante búsqueda del sentido de su arquitectura y las
principales influencias en su práctica: lo popular, el organicismo
nórdico, la casa japonesa y la Alhambra.
Miguel Fisac (Daimiel, Ciudad Real, 1913 – Madrid, 2006) fue uno de los
diez arquitectos que salió de la Escuela de Arquitectura en la promoción de 1942, una
generación que tuvo la inmensa tarea de reconstruir un país devastado por la guerra, en un
momento en que el régimen de Franco arrinconaba el movimiento moderno y se imponía un
historicismo del que Fisac escapó con apertura de miras. Inquieto y cosmopolita, encontró su
camino en el cruce entre espiritualidad, diferentes concepciones espaciales y la búsqueda de
una arquitectura honrada, como dijo alguna vez.
Este volumen suma a su escrito autobiográfico fechado en 1970 materiales esenciales y
complementarios para seguir y comprender su trayectoria profesional: un recorrido
fotográfico por sus trabajos con hormigón de entre 1971 y 1984 (material constructivo al que
aportó calidez y carnalidad con las vigas hueso y los encofrados flexible); un breve apunte sobre
una de sus más célebres construcciones, la derribada Pagoda, y sus palabras al recoger la
Medalla de Oro de la Arquitectura en 1994. «He pensado continuamente sobre arquitectura
escribe, he hecho bastante obra y he contemplado, con visión propia, viajando por todo el
mundo, muchos edificios geniales, buenos, mediocres y malos. No tengo ningún alto concepto
de mi trabajo, en realidad no quiero ni debo juzgarlo, ni bien ni mal. Tengo y eso creo que es
bueno un agudo y exigente sentido crítico, sobre todo con mi propia obra».